ESCRIBO POEMAS PARA TRASCENDER EL TIEMPO
Por Manuel Tiberio Bermúdez
A los concejales de cualquier municipio colombiano, se los puede encontrar acompañando
la inauguración de una vía, dando un discurso sobre la importancia de ser el
representante de los ciudadanos o hablando bellezas sobre el funcionamiento de
su municipio y las bondades de su alcalde.
Pero que uno vea a un Concejal, micrófono en mano, declamando poesía,
hablando de versos y de poetas eso es otro cuento. Pero que los hay, los hay.
Tal el caso de Fernando Calle Cadavid, un Concejal de Jamundí en el
Departamento del Valle del Cauca, que ha publicado libros de versos y que
constantemente participa de tenidas literarias en las que la poesía tiene un
espacio de privilegio.
Lo encontré en Trujillo, Valle del Cauca, estaba participando en el Primer Concurso de Poesía y Declamación “Alfonso
Calle Londoño”, evento que unos gomosos de las letras habían organizado
para rendir tributo al primer poeta de esa población quien era abuelo del
protagonista de esta charla.
Amable y jovial le vi subirse al escenario del Teatro Santander y declamar
un poema de su autoría en homenaje a su abuelo a quien a su vez el Municipio
rendía reconocimiento que daba nombre al concurso.
Fernando, nació en Montería, Córdoba, pero hace 40 años reside en Jamundí. Es
administrador público de la Esap, con especialización en Gerencia y Alto
Gobierno en Barcelona España.
Le pregunté cómo había venido a parar desde la capital ganadera de Colombia
a la tierra del Cholado, en Jamundí.
«Vengo de una familia con raíces antioqueñas. Mi padre fue un viajero
infatigable que un día recaló en Jamundí, se enamoró del lugar y allí detuvo su
errancia por el país».
Calle es uno de los concejales de Jamundí que más periodos consecutivos
lleva pues ha acumulado 5 periodos de 4 años cada uno.
Le pregunto por la dificultad de hacer política ya que la gente menosprecia
mucho a los políticos, pero Fernando sabe que la política es compleja ya que
«quedar bien con todas las comunidades no es fácil. Uno trata de hacer lo mejor
para el bien común, así afecte intereses particulares, pero siempre con la mira
de que el beneficio obtenido sea para la gran mayoría de las personas. He
tenido la oportunidad de servir a muchos pero, sobre todo, establecer un contacto
directo con la ciudadanía para que se convenzan de que la política es un
espacio en el que se puede trabajar por la gente».
¿Qué le decidió por la política?
Desde muy joven me interesó el aspecto social. Hice parte de los comités
estudiantiles, en el colegio del Comité de Bienestar Estudiantil y una vez
terminado el bachillerato, gracias a mi hermano que era candidato al Concejo me
fui acercando a los vericuetos de la política.
Luego puse mi nombre a la consideración del público y logré llegar al
Concejo de Jamundí.
Hay una faceta de su vida que no sé qué tanto sea
reconocida en Jamundí y es la de ser escritor, poeta y declamador. En un
político esto no es muy común pues parecería que no es compatible la política,
tan insensible que parece, con la poesía que requiere de altas dosis de
sensibilidad.
Lo de la poesía tiene una historia. En mi familia la poesía y la política
siempre han estado presentes. A todos mis antepasados les gustaban ambas cosas.
Esa vena de políticos y escritores se mezcló en alguna parte y a mí me llegaron
esos genes.
Pero esto tiene una ventaja también. Cuando yo empecé a escribir poesía, a
participar en recitales y a darme a conocer como escritor, se me abrieron
muchas puertas para que la gente me conociera. Jamundí me reconocía como poeta.
Cuando puse mi nombre como candidato al Concejo, la gente ya sabía quién
era Fernando Calle. Conocían más al poeta que al político. Eso generó confianza
en la gente pues un poeta tiene un alma sensible y la política necesita almas
con gran sensibilidad por el dolor del otro.
¿Qué fue lo primero que escribió y puso a consideración
del público? ¿cuál fue la reacción de la gente?
Desde muy joven escribía y coleccionaba mis poemas. Alguna vez decidí que
además de escribir yo podría vender mis libros.
Publiqué mi primer libro que llamé Delirios
Poéticos, editorial mi bolsillo. Salí a comercializarlo en las
instituciones educativas. Primero lo hice fuera de Jamundí para conjurar
aquello de que “nadie es poeta en su tierra”. Recorrí algunos municipios del
Valle con gran aceptación. Terminé en Jamundí haciendo una muy buena comercialización,
pero sobre todo socializando lo que es la poesía romántica, la de los
sentimientos, la que sirvió a nuestros abuelos para enamorar a sus esposas.
Luego publiqué otro libro Cosas del
amor y llegué a vender de los dos ejemplares, unas 25 mil copias en todo el
Valle del Cauca. Aunque es muy difícil vender poesía me fue muy bien con mis
libros. Creo que lo logré porque era yo quien los promocionaba, declamaba los
poemas en las aulas de clase, y porque enseñaba, de alguna manera, el sentido social
de la poseía.
¿Cuáles han sido para usted las motivaciones que le
impulsan a escribir poesía?
Soy una persona muy sensible. Escribo sobre todo al amor. Mi inspiración
siempre ha sido la mujer; no mi mujer —aclara— sino las mujeres en
general.
No siempre los poemas son de momentos que yo haya vivido o historias que me
hayan sucedido. Me inspiro también en las historias de otras personas y, claro,
también acudo a la creatividad, a la inspiración. Cuando alguien lee un poema
mío puede identificar con que él ya que es espejo de algo o de alguien.
¿Qué es lo mejor de ser poeta?
Es un mundo especial. Cuando uno
escribe se aísla para expresar sus sentimientos, se está a solas con los
pensamientos y lo que quiere trasmitir. Cuando uno ve el poema terminado es una
emoción especial, es como, creo, debe ser una obra terminada para el pintor.
Uno sabe que ese poema va a trascender el tiempo.
¿Para qué escribir poesía en un mundo que parece tan
alejado de la sensibilidad hacia esas manifestaciones?
Porque es un ejercicio personal. Uno no escribe para que lo escrito le guste
a los demás. Uno lo hace para sentirse bien para expresar su ser interior. Lo
que ocurre es que esos poemas cuando se socializan, muchas personas se
identifican con ellos, los hacen suyos y para cada lector tiene una
interpretación particular, a veces alejada de la intención del autor. Pero ese
poema es una emoción, una identificación especial para alguien.
¿Qué es para usted la poesía?
Es un encuentro con mi intimidad con los sentimientos que están allá
escondidos dentro de uno.
¿Un poeta que le guste?
Me gustan muchos, pero en especial Julio Flórez a quien leo con
regularidad. Me gusta su tono para los versos, su romanticismo y a la vez lo
dramático de su poesía.
¿Qué proyectos como escritor tiene a corto o mediano
plazo?
Yo no paro de escribir. Lo hago constantemente. Estoy trabajando en una
antología poética en la que recoja lo mejor de mis poemas.
¿Le reconocen como poeta sus compañeros del Concejo
Municipal?
No solamente en el Concejo. En Jamundí también tengo reconocimiento como
escritor.
¿En que afectan las redes sociales o en que benefician la
poesía?
Siento que hoy nadie quiere leer un libro físico. Las redes son una
oportunidad para dar a conocer nuestros trabajos poéticos, permiten el conocimiento
de la obra y el reconocimiento a los autores.
¿Usted estuvo en Trujillo atendiendo invitación al Primer
Concurso de poesía y declamación que lleva el nombre de Alfonso Calle Londoño,
su abuelo paterno?
Si, ha sido una experiencia emocionante que esta ciudad vallecaucana le
rinda reconocimiento a mi abuelo como primer poeta de Trujillo. El escribió
poemas de la cotidianidad que le tocó vivir y hoy son un referente para las
personas de ese Municipio. Estuve en el evento invitado como descendiente
directo y para mí fue emocionante poder participar en ese homenaje.
¿Una reflexión para quienes deseen intentar el camino de
la poesía?
Decirles que cuando uno escapa de la realidad, de ese mundo tan complejo
como el que estamos viviendo, la poesía es el mejor refugio, el lugar en donde
uno se encuentra con sus propios sentimientos, con sus ideas y en donde puede
conciliar la vida con lo que se piensa.
A usted le rodean las “P”: es decir, la poesía y la
política. ¿Cuál prefiere?
Ambas. Pienso que por medio de la política he logrado cambiar una realidad
social de mi familia y también de otras personas pues he podido ayudar a las
comunidades, a algunos amigos, a la gente en general.
La poesía es una pasión que me ha permitido acercarme al corazón de muchos,
producir emociones nuevas en ellos. Poesía, política y pasión, las tres “P” con
las que me identifico.
ME GUSTAN
Me gustan tus ojos color de noche
Que llenan de luz cada momento,
Me gusta la alegría y el derroche
De tu cabello libre con el viento…
Me gusta tu piel suave y serena
Que invade mis sentimientos locamente,
Me gusta tu figura de sirena
Que navega sensual entre mi mente.
Me gustan tus labios entreabiertos
Que invitan al placer de una aventura,
Y tus brazos largos, que abiertos
Quisieran atrapar cielo y llanura.
#RevistaOccidental
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