SIMÓN, EL HERMOSO OCELOTE QUE ERA TENIDO COMO MASCOTA EN UNA FINCA CERCANA A BUGA
Sorprendidos
quedaron los profesionales de la Dirección Ambiental Regional Centro Sur de la
CVC cuando vieron llegar a una dama y un hermoso ejemplar con expresivos ojos
grandes, un pelaje que combina manchas oscuras alargadas y redondeadas, un poco
asustado, pero juguetón. Se trata de Simón, un ocelote que era tenido como
mascota en una finca cercana al municipio de Guadalajara de Buga.
Según
lo expresado por la ciudadana, al exótico felino lo rescataron unos vecinos
cuando era bebé. Al parecer, estaba enfermo y ellos lo curaron, fue así como lo
tuvieron en su finca por cinco años aproximadamente, como una más de sus
mascotas. Al cabo de este tiempo, se fueron de viaje y lo dejaron a su cuidado,
pero hoy, seis meses después, decidieron ponerlo a disposición de la
Corporación.
Inmediatamente,
se le hizo una primera valoración veterinaria y se confirmó su buen estado de
salud: tiene buen pelaje, sus garras, dientes y colmillos están enteros. Pero,
lamentablemente, el felino está castrado, lo que anula la posibilidad de
reproducirse, limitando la biodiversidad y haciendo que se pierda la
variabilidad genética.
El
ocelote fue trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre
San Emigdio de la CVC en Palmira, donde profesionales especializados le están
realizando exámenes exhaustivos, se evaluará su comportamiento e iniciará un
período de cuarentena y rehabilitación para establecer si puede ser liberado en
un ecosistema de la región.
CARACTERÍSTICAS
DE LA ESPECIE
El
ocelote o Leopardus pardalis es principalmente carnívoro y su alimento lo
encuentra en aves, reptiles y mamíferos de pequeño y mediano tamaño, son de
hábitos solitarios, terrestres y mayoritariamente nocturnos. Es un felino
silvestre; su pelaje es suave, brillante y de color pardo o gris.
Es
el tercero en tamaño después del jaguar y el puma, y una de las seis especies
de felinos nativos registrados para Colombia junto con el puma, el jaguar, el
margay, el yaguarundí y el tigrillo.
Lamentablemente,
es muy apetecido por cazadores para vender su piel y al ser parecidos a los
gatos domésticos, son vulnerables a ser tenidos como mascotas.
El
dato
Es
importante indicar que el tráfico ilegal de fauna silvestre, además de causar
sufrimiento a los animales por las condiciones de su captura, transportación,
alimentación, venta y vida en espacios domésticos no aptos para ellos, afecta
extremadamente la estabilidad de los ecosistemas.
Según
expertos, la naturaleza guarda un equilibrio y al extraer especies silvestres
de su hábitat, se rompe y provoca una grave afectación para todos. Muchos de
estos animales son los encargados de diseminar semillas que sirven a la
regeneración del bosque y además forman parte de una cadena alimenticia donde
ellos, directa o indirectamente, intervienen para que ese ciclo sea completado.
En
su mayoría, los animales silvestres que terminan como mascotas presentan
problemas de alimentación y viven enfermos, debido a la ignorancia sobre lo que
deben comer, ligado a que desarrollan trastornos de conducta que llegan a ser
molestos para las personas: es ahí cuando los rechazan y terminan en una
pequeña jaula, abandonándolos o entregándolos voluntariamente a las entidades
ambientales, como el caso de este ocelote.
#RevistaOccidental
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