UN MAL CHISTE: MURIÓ "MANDÍBULA"
Por Óscar Javier Ferreira Vanegas Durante años, la calle avenida 19, entre la décima y la quinta, en pleno centro de Bogotá, era considerada como el punto central del mundo del espectáculo. Por allí quedaba la sede de la programadora RTI, los estudios de Gravi, los estudios de Caracol Radio, las oficinas de orquestas, directores de televisión y era común ver en las cafeterías y restaurantes actores, cantantes, músicos, libretistas, animadores almorzar con ajiacos, bandejas paisas, comida de mar del Pacífico, tomar cafecito calientito o degustar las milhojas del Cyrano, mientras veían el cerro de Monserrate. Por ahí pasaban desde Fernando González Pacheco, Alfonso Lizarazo, Carlos Benjumea, David Stivel, Carlos Pinzón y toda una pléyade de figuras de la televisión. En las puertas de Gravi, decenas de chiquillas y jóvenes estudiantes buscaban el autógrafo de alguna estrella o simplemente los observaban con inquietud. Era común ver cómo un hombre alto caminaba a toda velocid...