ISLA AJÍ SE MUESTRA AL MUNDO
Hace unas
semanas, el reconocido actor Leonardo DiCaprio movió las redes y los medios de
comunicación en el mundo cuando publicó unas palabras felicitando la decisión
de conservar una pequeña isla del Pacífico vallecaucano: "Colombia ha
declarado a Isla Ají área marina protegida. El movimiento liderado localmente
para proteger el área salvaguardará 246 km² de la costa del Pacífico del país,
albergará especies amenazadas y sustentará los medios de vida tradicionales de
las comunidades locales", expresó el artista en su cuenta de Twitter,
@LeoDiCaprio.
Esta mención es
resultado del arduo trabajo de décadas que unieron a su comunidad y a la CVC.
Después de más de 20 años, se cumplió el sueño de las comunidades de la cuenca
del río Naya y de una larga estela de funcionarios de la corporación ambiental,
para proteger este lugar bajo la categoría de Distrito Regional de Manejo
Integrado (DRMI) que conjuga la conservación de la biodiversidad, pero también
los usos sostenibles del territorio, enfocados en la reconversión productiva,
alternativas como el turismo de naturaleza y la producción sostenible, para
garantizar la seguridad alimentaria de quienes habitan el lugar.
"Aquí
tenemos 111 especies de plantas, de las cuales 6 son endémicas, es decir, que
solamente se dan aquí y no en otra parte del mundo; 4 especies, entre tiburones
y rayas, en las que una de ellas se encuentra en el libro rojo como amenazada.
Este es un sitio fundamental para la anidación de nuestras tortugas marinas y
también es un sitio de tránsito de la migración de nuestras ballenas jorobadas.
Vale resaltar la gran riqueza étnica que existe aquí, en el sentido de que esto
no hubiera sido posible sacarlo adelante sin la concurrencia del Consejo
Comunitario del Naya. La buena noticia es que ya tenemos el plan de manejo, es
decir, la CVC sabe qué hacer y en qué invertir los recursos para que este
paraíso ambiental se conserve, a la vez que se desarrolle sosteniblemente junto
con todas las comunidades de la zona", expresó Marco Antonio Suárez Gutiérrez,
director general de la CVC, quien lideró la visita.
A finales de la
década de los noventa, la autoridad ambiental decidió trabajar alrededor ocho
ecosistemas estratégicos, entre ellos, la selva fluvial tropical y los
manglares. En 1997, una comisión de biólogos empezó a hacer inventarios y
recopiló las primeras informaciones o datos de esta zona. "Es de resaltar
que allí se encontraba uno de los últimos sajales, esto es un bosque dominado
por una especie de madera muy fina que se llama sajo y llamó mucho la atención
porque ya no quedaban muchos en Colombia y en el Valle del cauca", dijo
Natalia Gómez, una de las expertas de la CVC que conformó dicha comisión y que
ahora hace parte del Sistema Departamental de Área Protegidas.
"En esa
época, el propietario de una de las porciones que se quería declarar, don
Sofonías, una persona muy entusiasta con el tema de la conservación, nos
recibió con todo el cariño del mundo, junto con su esposa, doña Alba, y fueron
unos días de trabajo de campo muy duros porque es una zona muy difícil, con
mucha humedad y bosques inundables, pero se hizo una labor muy importante y se
empezó el relacionamiento. Aunque se consideraron diferentes opciones,
inclusive, comprarle el terreno a don Sofonías, fue el mismo Consejo
Comunitario que evidenció la necesidad de la conservación y se empezó a
trabajar en una mesa interinstitucional, en la que estuvo la CRC del Cauca.
Alrededor del año 2017, la CVC lideró el proceso junto con el Consejo y así,
llegamos al resultado actual, con la declaratoria como DRMI en diciembre de
2021", complementó Gómez.
Sofonías Orozco
Sarria cuenta hoy con 93 años y pese a que ya no vive en Isla Ají, por su
avanzada edad, sino cerca de allí, en Puerto Merizalde, es la figura destacada
en este esfuerzo por la vida. El Director de la CVC lo visitó en su casa y su
hijo, Rodrigo Orozco, es quien ahora tomó el relevo, al recibir a la comisión
en la Isla. "Nosotros quisimos convencer, primero a nuestras familias,
para que la declaratoria fuera no solo de Sofonías, sino también de la familia
Ardila, que es otra de las que habita Isla Ají, y en unión con la CVC quisimos
agrandar más la declaratoria y junto con el Consejo Comunitario, se logró toda
esta área protegida. En cuanto a la flora, podemos encontrar la especie predominante,
que es el mangle, y si subimos más encontramos el nato, las palmas de naidí y
el guandal. También hay una gran cantidad de especies de fauna como la babilla,
los cangrejos, el tigrillo, las ardillas, el cusumbí, las guaguas, serpientes
de todas las especies y ranas. Tenemos que sentirnos orgullosos de que estamos
aportando para la supervivencia de los seres humanos, pero también para la
parte de turismo y los estudios científicos", manifestó Rodrigo.
Datos relevantes
Isla Ají es una
de las zonas que quizá tiene las playas con mayor extensión en el Valle del
cauca y por eso es importante para la anidación de la tortuga marina, especie
muy amenazada. También es un sitio de migración de aves playeras y de anidación
de aves marinas.
El huacapá o pez
sierra, es el pez pariente del tiburón y de las rayas que está bastante
amenazado y es necesario conservar.
Existe una
población grande del llamado turicio, una babilla que se encuentra de manera
muy común y frecuente en las zonas de estuario y manglar.
Aproximadamente,
1291 familias pueden hacer alguna actividad para subsistencia dentro de la
Isla.
De las 24.600 ha
declaradas área protegida, 15.174,2 ha son marinas y 9.425,8 ha, terrestres.
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